“Mis tres películas que han obtenido ayuda MEDIA han sido seleccionadas más tarde en el Festival de Cannes”
“Para mí, el programa MEDIA ha sido fundamental”
Presentas en la Quincena de Realizadores de Cannes tu último largometraje, Sueño y Silencio, Cuéntanos un poco de qué trata, o al menos, dinos qué podemos esperar de este proyecto.
Desde el punto de vista de la historia, Sueño y Silencio cuenta cómo todos los miembros de una familia se ven afectados por un accidente que causa una pérdida muy dolorosa. Se trata de una familia de españoles que viven en París y que pasan sus vacaciones en el peculiar paisaje del Delta del Ebro. Es en uno de esos viajes de vacaciones al Delta del Ebro en el que ocurre el accidente.
Desde el punto de vista de la arquitectura de la puesta en escena, la película ha sido realizada dentro de un proceso muy particular en el que los actores eran libres de decir lo que quisieran y hacer lo que quisieran dentro de cada escena. De hecho, recibían el contenido de la escena justo en el momento de rodar. Todos los planos fueron rodados a toma única, lo que fuera que dijeran o hicieran era válido. No se rectificaba nada. Esta manera de proceder creo que concede una gran verdad a lo que ocurre delante de la cámara. No se construye un personaje sino que se deja que la personalidad auténtica y real del actor o actriz se despliegue dentro de la película.
Desde el punto de vista de la temática, creo que la película intenta conectar al espectador con el valor de la vida; con la emoción de estar vivo y el sufrimiento de la pérdida de un ser querido. También trata de dar expresión a un cierto sentido a la dimensión espiritual del ser humano. No creo que seamos seres puramente contingentes cuya vida se desvanece sin dejar huella alguna. Esa huella en los seres queridos es ya de por sí una forma de trascendencia.
¿Cuándo y de dónde surge la idea de realizar Sueño y Silencio?
Hace mucho tiempo que estaba dándole vueltas a la película. En realidad tenía que ser mi tercera película pero realicé Tiro en la Cabeza en el 2008 a raíz de un incidente brutal que ocurrió en Capbreton, en el que un comando de ETA mató a dos guardias civiles. Entonces reaccioné a ese suceso haciendo una película de manera casi instantánea. Sueño y Silencio es casi la antítesis de ese proceder. Una película muy pensada, muy elaborada, escrita durante muchísimo tiempo, con un rodaje muy largo y con un montaje también muy largo.
Tanto Sueño y Silencio como La Soledad son producciones que contaron con el apoyo del programa MEDIA en la fase de Desarrollo. En el caso de La Soledad, ¿Cómo surgió la idea de solicitar una ayuda europea al desarrollo?
Mi historia con MEDIA se remonta a mi primera película Las Horas del Día. También en aquella ocasión tuvimos la fortuna de contar con el apoyo del programa al desarrollo de MEDIA. Mis tres películas que han contado con MEDIA, las tres luego han sido seleccionadas en el Festival de Cannes; siempre me ha dado suerte además de un apoyo real y muy útil. En el caso de La Soledad fue muy importante empezar a contar con algo de dinero desde el desarrollo pues en aquella época era de las únicas ayudas al desarrollo que existían. Hablo del 2005-2006. Luego otros organismos oficiales empezaron a incluir entre sus programas de ayuda, ayudas al desarrollo.
Y en el caso concreto de Sueño y Silencio, ¿en qué se tradujo este apoyo económico para el proyecto?
Nos concedieron una ayuda de 60.000 euros para el desarrollo. Con ese dinero cubrimos gran parte del desarrollo: dosieres para obtener financiación, llevar a cabo todo el proceso de casting, pruebas de fotografía y cámara, localizaciones… casi todo lo que tiene que ver con el antes del rodaje.
En una producción como las que yo hago -unos procesos muy extensivos en el tiempo- es fundamental tener este tipo de ayuda. Todo este trabajo que se va adelantando luego es de mucho valor. Por poner un ejemplo: el casting me llevó seis mese a tiempo completo. Entrevisté personalmente a más de 400 personas durante unos 45minutos cada uno. Lo realizamos en Madrid, Barcelona, Sevilla y París. Intervinieron 3 directores de casting. Se trataba de un casting de actores naturales sin experiencia dramática alguna. Conseguir convocar a las personas para que acudieran al casting, con unas especificaciones muy concretas, fue un trabajo enorme. Cuando se vea el desempeño de los actores se entenderá todo este trabajo por parte del equipo realizado durante meses. Buscando y buscando para luego cuadrar la familia que encajaba perfectamente. Es un ejemplo, como digo, de la utilidad de este tipo de apoyo económico. Luego, otro ejemplo podría ser los costes de mover el proyecto internacionalmente.
El proyecto estuvo seleccionado por el Atelier del Festival de Cannes. El Atelier da facilidades también, pero hay que ir a Cannes. Éramos dos personas, Arancha R. de Buen, la responsable del diseño del desarrollo, y yo. El Atelier me pagaba la estancia y viaje a mí, el director, pero para hacer las cosas bien también tenía que estar Arancha. Todo eso es caro. Es muy útil pero hay que pagarlo.
¿Podrías contarnos cómo fue el proceso desarrollo de Sueño y Silencio? ¿Cuáles eran los elementos clave para poder tirar adelante el proyecto?
El cine que yo hago, es un cine muy personal. Un cine cuya propuesta pivota en torno a la confianza en el director. En casi todos los casos es así, el director es muy importante, pero en otras películas hay un reparto conocido o un guión que tira del proyecto. En Sueño y Silencio, realmente casi todo giraba en torno a la confianza respecto al director. También estaba involucrado en el proyecto Miquel Barceló y tal vez eso también ha ayudado a dar confianza en el proyecto.
Luego, tengo la suerte de mantener desde el inicio de mi carrera al mismo equipo de socios de producción. También a los mismos distribuidores y al mismo agente de ventas internacionales. Tanto Wanda en España con los hermanos Miguel y José María Morales a la cabeza; como Les Produccions Baltasar en Francia con Jérôme Dopffer o The Match Factory de Michael Weber en las ventas internacionales, gozan de mucho prestigio. Su presencia, su apoyo al proyecto, dan mucha seguridad. Finalmente creo que la propuesta en general era coherente. La distribución de los gastos, la manera de financiar la película, el plan de comercialización. Todo tenía coherencia, un sentido unitario.
¿En qué hubiese sido distinto el desarrollo del proyecto sin el apoyo de MEDIA?
Se dice en esta industria que en un proyecto, lo más difícil es conseguir la primera y la última piedra. Así lo creo yo también. En Sueño y Silencio, como en Las Horas del Día o como en La Soledad, esa primera piedra ha sido el programa MEDIA. Creo que con eso está todo dicho. Para mí el programa MEDIA ha sido fundamental.
¿Qué elementos crees que fueron decisivos para que el programa MEDIA decidiera prestar su apoyo al desarrollo tanto de La Soledad como de Sueño y Silencio ¿Qué elementos crees que se valoraron más en ambos proyectos?
La trayectoria del director; la coherencia artística, comercial y financiera del proyecto; los apoyos de productores, distribuidores y agente de ventas con una trayectoria consolidada en la industria. No sé cómo funcionan las comisiones… esas son las cosas que yo creo que son importantes en el proyecto y que trato de que tengan fuerza. No sé realmente cómo funcionan las comisiones; qué valoran realmente… esas son las cosas que yo creo que son importantes en el proyecto y que trato de que tengan fuerza y visibilidad.
Además de participar en la Quincena, ¿qué objetivos tienes/tenéis para el Marché du Film?
Realmente todos nuestros esfuerzos están concentrados en Sueño y Silencio. No tenemos en desarrollo ningún otro proyecto. En realidad, la supervivencia de nuestra productora se basa en cada película. Una a una. Ahora tenemos Sueño y Silencio en la Quincena. Es una plataforma maravillosa. Es muy difícil estar en Cannes y es una gran oportunidad. Vamos a hacer todo lo posible para que la película aterrice lo mejor posible en el mercado. Tenemos gente excelente que está detrás nuestro y con su ayuda, si la película resulta interesante para el espectador, tenemos fe en que desde Cannes la película puede darse a conocer al Mundo. Tenemos mucha fe y mucha capacidad de trabajo.
Y tras la esperada proyección, ¿cuáles crees que van a ser las reacciones en Cannes?
La película busca la emoción. Una emoción profunda en el espectador. Si la reacción por parte del espectador es una reacción emocionada, habremos logrado nuestro objetivo.